Mauricio Aput, Director Técnico del Laboratorio Fin del Mundo comparte cómo fue la génesis del laboratorio y el impacto de la trazabilidad.

Laboratorio del Fin del Mundo es el primer laboratorio de la provincia de Tierra del Fuego en Argentina. Se creó en 2016 por ley provincial por unanimidad en la legislatura provincial, de esta manera es una sociedad anónima con participación estatal mayoritaria (SAPEM). Dentro de esa razón social se encuentra además la droguería local Farmafuego.

El laboratorio cuenta con  habilitación ANMAT (2018) para especialidades medicinales, acondicionamiento secundario de empaque, y exportación e importación de medicamentos.  Actualmente cuenta con 40 empleados.

El comienzo del laboratorio significó un desafío importante. No solo por ser el primer laboratorio de la provincia sino también por su ubicación. Está emplazado a más de 3.000 kilómetros por tierra de Buenos Aires lo que significa un intenso esfuerzo de logística, sumado a las condiciones climáticas desfavorables. Adicionalmente, por el hecho de que todo lo que ingresa y sale a la isla debe pasar por aduana. Mauricio Aput, Director Técnico del laboratorio comenta: “Cuando empezamos, solo Córdoba, Tucumán, Mendoza y Buenos Aires formaban parte de la lista de las aduanas autorizadas para la importación y exportación de medicamentos. Fue entonces cuando se logró habilitar a Usuahia”.

Otro de los desafíos que tuvieron que sortear fue la baja disponibilidad de profesionales que pudieran llevar adelante las diversas tareas. Para eso se armó un grupo de pocas personas que vinieron de otros lugares y ocupaban puestos claves, para luego ampliarlo. En ese sentido la Facultad de Ingeniería fue base para este objetivo. “Esto significó un hito para la provincia en la búsqueda de diversificar la matriz productiva al momento dedicada a la tecnología” agrega Mauricio.

Las actividades comenzaron formalmente a mediados de 2017. “Dado que uno de nuestros productos se encontraba alcanzado por la regulación de trazabilidad emitida en 2011, al momento de equiparnos tuvimos en cuenta la incorporación de un sistema de trazabilidad.     Para el proyecto solicitamos propuesta a diferentes proveedores las cuales fueron analizados no solamente por el aspecto económico sino también por el valor agregado incluido en la misma. Verifarma resultó la opción elegida porque nos resolvía todo, desde la información y provisión del servicio además de los insumos necesarios que ayudaban a implementarlo fácilmente en la fase productiva. Luego se hicieron capacitaciones para los colaboradores. Se hizo fácil porque tuvimos un buen acompañamiento. Es un sistema de fácil uso, ágil, pero siempre en un inicio se hace necesario y la predisposición fue siempre buena y nos ayudaron en cada instante, también con respecto a las particularidades de nuestro laboratorio dado el lugar geográfico que estamos. En este sentido a veces existen problemas de internet y el servicio técnico de Verifarma y su seguimiento fueron de gran apoyo”.

Sobre el impacto de la trazabilidad Mauricio comenta: “Para la sociedad es una medida espectacular, si bien viene ante ciertas cuestiones que no están buenas, sin dudas es muy positiva tanto para el paciente como para las empresas ya que se obtiene mucha información para los procesos internos por ejemplo y hace que la cadena de distribución sea la apropiada. Al principio podría verse como agregar un paso más sobre todo en laboratorios que tienen que realizar el cambio, pero es una actividad importantísima que genera eficiencia y seguridad para los pacientes”.

Como en todos los ámbitos, la pandemia tuvo su impacto en Laboratorio del Fin del Mundo, en este caso con gran incidencia en la necesidad de coordinación de su sistema logístico. “El desafío principal fue la logística. Para nosotros la única forma de llegar al continente vía terrestre es a través de Chile en el Estrecho de Magallanes. Por lo que el paso dependía además de las medidas tomadas por el país vecino. Sumado a esto, las cuestiones aéreas. La mayoría de la logística se realiza por vía aérea y la restricción de vuelos implicó una necesidad de replantear nuestros vuelos en coordinación con los vuelos sanitarios que operaban. El resto se pudo operar con normalidad” comenta Mauricio. Desde su espacio además desde fines del año pasado decidieron involucrarse en la producción de reactivos de diagnóstico de uso in vitro para lo cual obtuvieron habilitación ANMAT y luego sumar el registro para la detección de anticuerpos IGM e IGG. Al momento se encuentra además en trámite la habilitación para el producto de detección de antígenos en saliva.

Por delante el laboratorio se encuentra con varios proyectos, entre ellos la mudanza de su planta productiva al predio propio. La conclusión de este proyecto tendrá consecuencias en la ampliación de su nómina de colaboradores y en la diversificación de productos. “Actualmente el registro ANMAT es de antirretrovirales medicamentos para el HIV y generales que son los que comercializamos en la provincia como vitamina D, ácido fólico, sulfato ferroso, entre otros. Somos un laboratorio joven, de 3 años y medio. Este año nuestras instalaciones propias van a significar un nuevo paso para a partir de ahí seguir incorporando productos y creciendo” cierra Mauricio.